Existen ciudades, en algunos países, que fueron planificadas al detalle desde antes de su construcción. Gracias a lo cual, cuando se tiene contacto con ellas se siente empatía. La percepción instintiva y primaria es agradable y entonces se tiende a pensar que todo allí se encuentra en su lugar o funciona de acuerdo a lo esperado.
Desde el punto de vista de un programador de ordenadores, los servicios de arquitectura ejecutan ese desarrollo en forma top-down, es decir, yendo de lo general a lo específico o partiendo de la visión global y alcanzando los más mínimos detalles. Los profesionales de este sector que diseñan ciudades son conocidos como urbanistas y se encargan de producir esa increíble primera impresión.
El trabajo no tendría tal alcance si no se llegara hasta los aspectos más pequeños. En este caso, los mismos se centran en el diseño de cada edificación, incluyendo a los majestuosos rascacielos y a las humildes viviendas unifamiliares, de manera de poder mantener el espíritu que unifica el conjunto.
Normalmente, los conglomerados humanos se organizan según se presenta la necesidad; así que dicha planificación no es la norma, sino la excepción. No obstante, aun en medio de la disonancia producida por el crecimiento independiente, los arquitectos, como músicos de una orquesta trabajan en la creación de una sinfonía que incremente los niveles de convivencia y bienestar general para habitantes y visitantes.
Esta labor incluye la elaboración de normas y reglamentos de construcción que favorecen la obtención de un perfil armónico de la ciudad, la aplicación de criterios de seguridad y la generación de confort. Asimismo, abarca el levantamiento de los inmuebles, parques, plazas, calles, avenidas, etc.
Tu grano de arena o método de colaboración debería ser alinearte con los integrantes de la orquesta para que el espacio que te toca desarrollar sea un acorde de la sinfonía tocada en conjunto. De ese modo, la participación de los arquitectos añadirá tu hogar armoniosamente al entorno.