La crisis económica que atraviesa el país ha impulsado a muchas personas a crear una empresa, para generar ingresos propios. Sin duda alguna, esta decisión conlleva muchísimos esfuerzos que persiguen un mismo objetivo, pero uno de los más importantes es crear un pacto de socios, para proteger el futuro de esa compañía.
Los negocios y la amistad no son buena combinación, sobre todo, por un tema de intereses particulares. En este sentido, hay que marcar una distancia clara entre ambos aspectos para no afectar el crecimiento del proyecto y evitar que los conflictos acaben con lo que verdaderamente importa.
Pero ¿qué regulan verdaderamente los pactos de socios? Estos son los puntos más importantes de este documento:
- Entrada de socios: el ingreso de personas a la sociedad, en especial, si son inversores tiene que estar regulada por parámetros que pretenden velar por el negocio.
- Salida de socios: es fundamental pactar las condiciones en las cuales puede marcharse un miembro del grupo, como los derechos de arrastre, adquisición preferente, acompañamiento, etc.
- Buen gobierno de la convivencia: es el conjunto de normas que se fijan para disolver situaciones difíciles que bloqueen una toma de decisiones.
- Funciones de cada uno de los firmantes: hay que puntualizar el tiempo que se le dedicará y tareas que se llevarán a cabo, para evitar malos entendidos.
- Cláusula de no competencia: es posible que uno de los socios se comprometan a no pertenecer a otra sociedad que lleve haga una actividad económica similar.
Este contrato tiene carácter privado y posee la particularidad de que se firma con absoluta libertad, pero respetando lo que dicen las normas. Hay que tener en cuenta que su efecto recae únicamente en los firmantes.
Para lograr que responda a las necesidades de las partes, es importante que lo elabore un grupo de especialistas con experiencia en la materia. De esta forma, no quedará ningún elemento por fuera del acuerdo.