Todas las personas en el mundo consumen agua, pero cuántas se habrán preguntado el tipo de agua que están bebiendo, o de donde proviene. Hoy en día, sí entramos a un mercado tenemos un sinfín de opciones para comprar agua mineral, desde agua embotellada Agua Edén hasta aguas bicarbonatadas o gasificadas, y sin saber de dónde proviene sentimos más confianza en esos productos que en el agua potable del grifo, ya que es un producto totalmente natural y sin tratamientos químicos.
En ese sentido, hay que recordar que el agua es fundamental para nuestro cuerpo, se encarga de transportar los nutrientes hasta el interior de nuestras células, facilitar la disolución y la digestión, eliminar toxinas y purificar el organismo interno, mantiene una temperatura corporal estable y lubrica las articulaciones y otros tejidos, es por ello que el consumo de agua mineral natural es beneficioso para la salud.
Diferencia del agua potable y el agua mineral
Si servimos un vaso de agua mineral y otro de agua potable, en principio pueden parecer lo mismo, pero existe un abismo entre ambas, la primera es totalmente natural, tienes sales y minerales propias del lugar de donde la extraen y no es procesada bajo ningún procedimiento químico. Sin embargo, el agua potable o de grifo esta tratada químicamente para poder ser utilizado por el ser humano, por tanto, nunca podrá tener las particularidades naturales que ofrece el agua mineral.
Existen diversos tipos de aguas embotelladas, pero destacan principalmente las minerales naturales que son de origen subterráneo y que brotan en un manantial, son ricas en oligoelementos y demás componentes que la diferencian y se consideran de una pureza original y saludable científicamente probada.
Las personas hacen bien en desconfiar del agua del grifo, recomendamos consumir aguas minerales que estén certificadas bajo criterios de salubridad y calidad adecuadas para el consumo familiar.